Octubre 2020 ›

Autor: Matías Cornejo.

“Ser un perro callejero es difícil, la gran mayoría para sobrevivir debe buscar los recursos básicos en basureros, locales de comida o esperar que alguna buena persona les dé un trozo de alimento. El agua se consigue en charcos, acequias o piletas de plazas, y el hospedaje siempre será en la calle, debajo de alguna banca, paradero o en los brazos de algún vagabundo.
Normalmente a estos perros los vemos en condiciones precarias y más de alguno llega a las calles porque son abandonados. Pero, sin duda, todos sabemos la fortaleza que tienen estos queridos amiguitos, y que a pesar de caminar kilómetros sin importar las condiciones adversas del lugar o del clima, siguen adelante con la esperanza de encontrar comida, afecto y quizás alguien quien les dé un cálido hogar”.

El objetivo de este proyecto es reflejar las condiciones que muchos perros callejeros deben pasar mientras deambulan por las calles de nuestras ciudades, para tomar conciencia y respetar la vida animal.