Octubre 2021 ›

Autora: Cinthya Espinoza.

Déjenme contarles acerca de Sebastián, si me permiten quiero poder traspasar lo que verán en estas fotografías…

Ha sido parte de mi vida durante 11 años, que han sido un cúmulo de emociones. Con él he aprendido más que con cualquier otra persona, me ha enseñado a ver la belleza donde nadie más la ha visto, en detalles que jamás hubiese considerado observar. He vibrado con cada paso que ha dado y me lo transmite siempre en su actuar.

He aprendido de todas las expresiones que realiza con su cara, sus muecas, sus movimientos, sus manos, sus aleteos, sus pies en puntitas como si fuese a despegar del suelo. Me he acostumbrado al caótico orden que tiene para mantener su calma, que en mí se ve derrumbado, pero él lo hace maravilloso. Sé que los ruidos pueden ser demasiado molestos y muy sensibles a su oído, en este mundo tan acelerado donde pocas veces es comprendido, donde para nosotros un pequeño ruido puede resultar gigantesco para él.

Comprendí lo que trae consigo el autismo y comencé a no verlo como algo terrible, más bien he recuperado mi capacidad de asombro, aunque confieso a veces no da tregua. Pero mientras siga viendo sus ojos brillando de felicidad por mirar el cielo, espero que ese mismo brillo sea infinito.